sábado, 9 de agosto de 2014

Los objetos de un museo no pueden ser embargados para pagar una indemnización.

Los supervivientes del atentado terrorista de 1997, que culparon en parte a Irán por financiar a Hamas, no pueden apoderarse de los miles de objetos iranios que se encuentran en los diferentes museos e instituciones de Estados Unidos para beneficiarse de una sentencia que condena al gobierno iraní al pago de 412 millones de dólares, tal y como un juez federal de Chicago ha sentenciado. 

 El caso, dirigido contra las antigüedades persas del Museo Field de Historia Natural y del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, fue seguido de cerca en todo el país, especialmente por los funcionarios de otros de museos, quienes temían que un fallo en contra de los museos de Chicago pudiera sentar un precedente alarmante que pudiera poner en peligro sus propias colecciones. “Estoy muy contento”, indicó el doctor Matt Stolper, que supervisa las colecciones persas del Instituto Oriental. “Estoy feliz de que estas antigüedades no tengan que ser entregadas para ser convertidas en dinero”

El caso, que lleva una década en los juzgados, se deriva de un ataque suicida perpetrado en un centro comercial de Jerusalén, donde los explosivos, llenos de clavos oxidados, tornillos y vidrio, asesinaron a cinco personas e hirieron a casi otras 200, algunas de gravedad. En su decisión de 23 páginas, el juez Robert Gettleman indicó que “reconoce las trágicas circunstancias del caso”, pero señala que los demandantes no han demostrado que el gobierno iraní fuera el propietario de los artículos depositados en el Museo Field. Además, señaló que los objetos del Instituto Oriental fueron prestados para la actividad investigadora, no con fines comerciales, y por lo tanto no podían ser embargados. 

Entre los objetos en litigio se encuentran las tablillas de los Archivos de la Fortificación y del Tesoro de Persépolis, imprescindibles a la hora de investigar muchos aspectos de la administración y el modo de vida de los persas en la época aqueménida. Estas tablillas se han mantenido en el Instituto Oriental desde el año 1930, tras un contrato de préstamo a largo plazo con las autoridades iraníes del momento. La colección del Museo Field es mucho menor. 

Stolper también expresó su simpatía por los demandantes, que incluyen a personas con graves quemaduras como consecuencia del atentado. “Son víctimas de crímenes atroces y están desesperados por una solución, aunque creo que ésta no era una manera de hacerlo”. Los abogados del Museo Field han indicado que esperan que los demandantes apelen el fallo ante el Séptimo Circuito de la Corte de Apelación de Estados Unidos en Chicago. 

 Tanto el Museo Field como la Universidad de Chicago se han enfrentado al intento de apoderarse de los objetos en unión con el Estado iraní. En la década de 1990, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que permite a las víctimas estadounidenses de terrorismo buscar una compensación en tribunales estadounidenses si un gobierno extranjero es cómplice de un atentado. Pero en realidad asegurar los activos después de un juicio, como los demandantes en el caso de Chicago han descubierto, es a menudo muy difícil. El grupo militante palestino Hamas asumió la responsabilidad del ataque terrorista, y un juez en Washington D.C., posteriormente, estuvo de acuerdo en que el gobierno iraní fue cómplice al proporcionar apoyo financiero y entrenamiento a Hamas, imponiendo 412 millones de dólares como sentencia. Como los activos iraníes están limitados en los Estados Unidos, los abogados de los demandantes tomaron la iniciativa de ir a por las antigüedades. La subsiguiente batalla en los tribunales ha tratado temas espinosos sobre las leyes de inmunidad soberana y el terrorismo, así como los intercambios culturales y académicos. Cabe mencionar que los Estado Unidos e Irán no tienen relaciones diplomáticas desde 1979, tras la toma de la embajada estadounidense en Teherán durante la revolución iraní. Más recientemente, los países se han visto envueltos en una disputa sobre el programa nuclear iraní. 

Como señaló Gettleman, la opinión de los funcionarios estadounidenses también ha pesado, ya que éstos se oponen a que las piezas de los museos sean usadas para pagos en tales juicios. El Museo Field ha argumentado que adquirió legalmente sus piezas en los años 40, incluyendo las cerámicas realizadas por las comunidades agrícolas más antiguas del mundo hace más 5.000 años. Los demandantes argumentaron que esas ventas no eran legales, por lo que Irán era el dueño legítimo. Los demandantes alegaron también que los cerca de 20.000 artículos de la Universidad de Chicago también podrían ser vistos como activos comerciales iraníes, un argumento que el Juez Gettleman también ha rechazado. Durante décadas, la universidad ya ha devuelto más de 30.000 objetos a Irán. “Cuando terminemos de hacer un registro de estos objetos, el resto también volverá a Irán”, señalo el doctor M. Stolper.

El doctor Stolper con una de las tablillas de Persépolis










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