viernes, 2 de marzo de 2012

Pasargadā y la tumba de Ciro II en peligro de destrucción

Las grietas ya son visibles en las piedras que conforman la tumba de Ciro II en Pasargadā como consecuencia del elevado nivel de humedad, que ha alcanzado su máximo histórico. Según Amir-Teimur Khosravi, el alcalde de Pasargadā, "el nivel de humedad cerca de la tumba de Ciro el Grande es tan alto que ninguno de los habitantes de Pasargadā lo ha experimentado antes. Existe un flujo constante de humedad procedente del Valle de Bolaghī y ésta se huele en Pasargadā. En la sección suroeste de la tumba, que se considera el sitio de entrada al sitio arqueológico, las aguas subterráneas han emergido y han causado al parecer grietas en la piedra. Pasargadā siempre ha sido famosa por su clima limpio y agradable, aunque ahora, como resultado de los altos niveles de humedad producida por el lago artificial creado por la presa de Sivand, la zona sufre una condición inusual". Khosravi ha advertido que "las aguas subterráneas han llenado las terrazas de Pasargadā y en algunas secciones el agua ha llegado a la superficie. El higrómetro instalado cerca de la tumba de Ciro el Grande también ha confirmado el alto nivel de humedad en la zona”.

El perímetro de la laguna artificial creada por la presa de Sivand, en su mayor alcance, se encontraría a 7 kilómetros de Pasargadā, a 9 kilómetros de la tumba de Ciro y entorno a 70 kilómetros de Persépolis. La polémica surgida por la construcción de la presa de Sivand ha puesto de manifiesto la dura lucha entre el régimen teocrático en el poder y la nación iraní y su patrimonio nacional. Desde la fase inicial de la construcción de la presa de Sivand, el proyecto evocó fuertes objeciones de los grandes grupos de arqueólogos iraníes y de expertos de todo el mundo, incluyendo al CAIS, quienes advirtieron sobre los peligros que originaría la presa de Sivand en el sitio de Pasargadā después de la inundación. Sin embargo, los funcionarios del régimen islámico y algunos de sus arqueólogos títeres han rechazado todas las advertencias. No obstante, en el año 2003, la ONU hizo un llamamiento a los arqueólogos del mundo para que acudieran a la zona para descubrir y registrar los restos históricos antes de que el embalse de la presa se llenase. De este modo, grandes grupos de arqueólogos y expertos iraníes y de todo el mundo comenzaron a participar en un proyecto de salvación.

A pesar de este proyecto de rescate, en abril del año 2007, Mahmud Ahmadinejad, el presidente del régimen islámico, que asistió al sitio, ordenó la puesta en funcionamiento inmediata de la presa, lo que ocasionó la inmersión de 137 sitios arqueológicos incluyendo una sección del camino real Aqueménida (Rāh-e Šāhī) y de un palacio del mismo periodo, que parece haber sido construido por Darío. En aquel entonces la Organización de Patrimonio Cultural y Turismo de Irán (ICHTO) y los funcionarios del régimen persistieron en afirmar que la presa de Sivand no representaba ningún peligro para el antiguo sitio, y en caso de que supusiese una amenaza futura la presa de Sivand sería dada de baja inmediatamente. Con el tiempo, las amenazas son mucho más evidentes y no sólo la presa no ha sido clausurada, sino que también la inundación del embalse de la presa continúa hasta la fecha.

Los expertos han advertido de nuevo que si el nivel de humedad continúa aumentando en la zona los daños y perjuicios a la antigua ciudad se convertirán en irreversibles. Por lo tanto, la única solución es dar de baja la presa de inmediato, como prometieron los líderes del régimen, y secar el lago artificial formado por la presa. Sin embargo, ésto probablemente no sucederá, ya que puede existir una segunda intención por parte del régimen islámico en la construcción de la presa de Sivand tan cerca de Pasargadā, es decir, destruir intencionalmente los sitios pre-islámicos de la zona, en particular la tumba del "Padre de la nación iraní". Existen voces, no muy desencaminadas, que piensan que el pasado pre-islámico de Irán y la identidad y el patrimonio no islámico de los iraníes siempre ha sido objeto de odio por parte de los clérigos, obogando por la existencia de un plan de los ayatolás de Teherán que trata de destruir y borrar todo el pasado iraní pre-islámico de la conciencia de la nación iraní como parte de su campaña de iranización.



No hay comentarios:

Publicar un comentario