jueves, 29 de septiembre de 2011

La inscripción Aqueménida de Khark todavía en peligro

Una inscripción Aqueménida realizada sobre una piedra, que fue descubierta en la isla de Khark, en el Golfo Pérsico, a mediados de noviembre del año 2007, todavía está en peligro como consecuencia de las inclemencias meteorológicas y de los actos de vandalismo. A estas circusntancias hay que añadir también la ausencia de protección para proteger la valiosa reliquia. La inscripción cuneiforme, que fue grabada en un trozo de roca irregular con incrustaciones de coral, fue descubierta durante un proyecto de construcción de una carretera. La roca, que mide 85 x 116 centímetros, fue separada de su terreno original. Poco después de su descubrimiento, la inscripción fue descifrada por Rasul Bashshash, un experto del Centro de Investigación Arqueológica de Irán (ARCI), y dice lo siguiente:   

"(Esta) tierra era un lugar seco, sin agua; (I) Traje la felicidad y el bienestar, Bahana... pozos de agua". Según Bashshash "la inscripción hace referencia a los qanāts construidos para la transferencia de agua a la isla de Khark por una persona llamada Bahana, que probablemente gobernó la isla durante ese tiempo".

La roca se ha mantenido en el lugar donde se encontró sin que haya habido ningún intento para protegerla. La inscripción está siendo dañada tanto por el proyecto de construcción de la carretera, que tiene lugar en los alrededores, y por las plantas silvestres que crecen a su alrededor, según ha informado el servicio persa de la agencia de noticias CHN. "Es triste ser testigo de que no se ha tomado la decisión de salvaguardar la inscripción Aqueménida", ha indicado el veterano arqueólogo Ali-Akbar Sarafraz, que pudo visitar el sitio. "La inscripción es importante ya que es otra muestra evidente que confirma la presencia persa en el Golfo Pérsico. Varios restos arqueológicos se puede observar alrededor de la roca, los cuales pueden ser destruidos por el proyecto de construcción de la carretera". Sarafraz cree que este proyecto se detendrá próximamente ante los planes previstos de realización de estudios arqueológicos en la región. De acuerdo con los habitantes de Khark, un esqueleto humano habría sido parcialmente descubierto al pie de la inscripción, y que por alguna razón desconocida habría sido completamente destruido.

La inscripción también ha sido dañada, como evidencian los rasguños que parecen haber sido hechos en un intento de destruir su superficie. Además, nuevas visitas al sitio han evidenciado que los ataques sobre la inscripción siguen ocurriendo: Personas desconocidas se subieron a la valla que rodea la inscripción cuneiforme y la destruyeron con un objeto punzante, de manera que el 70% de la inscripción se ha visto seriamente dañada", según ha indicado el vicegobernador de Khark Ali Jazebi al CHN. "La naturaleza de los daños indica que se ha hecho deliberadamente", agregó. El descubrimiento de la inscripción desató la locura ente los medios de comunicación de los países árabes del Golfo Pérsico, donde se han hecho esfuerzos para poner en duda su autenticidad. El Departamento de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía de Būšehr (BCHTHD) anunció que había presentado una demanda contra los supuestos vándalos. "Hay varias personas sospechosas de ser responsables del daño realizado en la inscripción. Los hemos demandado y la investigación judicial se iniciará tan pronto como sea posible", indico al CHN el director del BCHTHD Ahmad Dashti.

Sin embargo, se negó a nombrar a los sospechosos. Dashti mencionó también que entre el 10 y el 15% de la inscripción había sido dañado, indicando que sólo la segunda línea presenta desperfectos, cifras que son considerablemente diferentes a las aportadas por el vicegobernador de Khark. Del mismo modo, rechazó los rumores que conectan el vandalismo con las disputas sobre el nombre del Golfo Pérsico. No obstante, algunas personas creen que el BCHTHD es el responsable del problema, rechazando el punto de vista de Dashti, e indicando: "La policía es responsable de proteger el sitio, y deben de hacerlo lo mejor posible. Sin embargo, la falta de un lugar apropiado para establecer un puesto de guardia es uno de nuestros principales problemas. La isla es propiedad de la National Iranian Oil Company y no ofrece ni siquiera un palmo de tierra para crear la base". Funcionarios del BCHTHD han anunciado que la inscripción será restaurada en próximas semanas. No obstante, Rasul Bashshash, experto en lenguas antiguas, considera que la propuesta de restablecer la inscripción Aqueménida no es científica. "La restauración de una inscripción que ha sido destruida y borrada es científicamente incorrecta debido a que su texto podría ser distorsionado. Debido a los daños provocados a la inscripción, si se mantiene en esa condición, es más confiable"



miércoles, 14 de septiembre de 2011

El proyecto de construcción de un puente cerca de Naqš-e Rustam ha sido cancelado

Una serie de esfuerzos, efectuados por la Parsa and Pasargadae Research Foundation (PPRF) y por el Departamento de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía del Fārs, persuadieron a los funcionarios a cancelar el proyecto de construcción de una la línea de tren entre Šīrāz e Isfahan, según ha informado la agencia de noticias persa CHN. Si el puente, que iba a cruzar una carretera a una distancia de un kilómetro de Naqš-e Rustam, entrara en funcionamiento, la construcción podría echar a perder la visión horizontal del sitio. La PPRF ha propuesto la construcción de un túnel o la instalación de unas puertas de paso, si la carretera y la línea de ferrocarril cruzaran al mismo nivel, indicó el director del PPRF Mohammad-Hassan Talebian. "La construcción del túnel sería supervisada por un equipo de arqueólogos después de que se realice un estudio geofísico global, si la opción es elegida. De este modo, la línea de ferrocarril amenazaba el sitio de Naqš-e Rustam, que alberga las tumbas de los reyes Aqueménidas Darío, Jerjes, Artajerjes y Darío II, así como muchos otros sitios que datan de los periodos elamita y Sasánida.

El ferrocarril, en un principio, iba a pasar a una distancia de unos 350 metros de Naqš-e Rustam. La distancia se incrementó a más de un kilómetro después de las objeciones planteadas por el Departamento de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía del Fārs y por el PPRF. Sin embargo, la amenaza aún persiste para otro muy cercano sitio antiguo. La construcción de la línea de ferrocarril entre Šīrāz e Isfahan pone ahora en peligro a los estratos más antiguos de Rahmatabad Tepe. La línea ferroviaria pasa a una distancia de 10 metros de Rahmatabad Tepe y los arqueólogos creen que la vibración constante de los trenes que pasan podría dañar con el tiempo las capas antiguas y los objetos enterrados en el montículo. Las excavaciones en Rahmatabad Tepe condujeron al descubrimiento de un gran número de fragmentos y hornos antiguos, y una importante zona industrial que data del V milenio a.C. Los expertos creen que los estratos más antiguos y los hornos enterrados bajo la tierra en el montículo se destruirán si la línea de ferrocarril es construida cerca del lugar.

En imagen la Zartosht Kaaba-ye, y al fondo la Tumba de Darío en Naqš-e Rustam

Vista panorámica de Naqš-e Rustam

Naqš-e Rustam

Vista de las tumbas de Darío, Jerjes y Artajerjes en Naqš-e Rustam

Vista de la tumba de Darío II en Naqš-e Rustam

Relieve superior de la tumba de Jerjes en Naqš-e Rustam

Inscripción de la tumba de Darío en Naqš-e Rustam

lunes, 5 de septiembre de 2011

Antiguos Dakhmas encontrados en Irán

Excavaciones arqueológicas efectuadas en el Fārs han sacado a la luz reliquias que datan de los periodos pre-Aqueménida y Aqueménida. Los arqueólogos hallaron una fosa pre-Aqueménida, que es una combinación de ataúdes de piedra, y tres torres de silencio o Dakhmas, según ha informado la agencia de noticias CHTN. Dos de las torres fueron encontradas cerca de los ataúdes de piedra, mientras que la tercera fue encontrada en la parte noreste de la zona. Los antiguos persas utilizaban estas torres, que tenían una estructura circular, para poner a sus muertos sobre ellas y exponerlos al sol, ya que creían que la estructura podría destruir los contaminantes y desintegrar la carne. Cuando el sol desintegraba el cuerpo y las aves de rapiña devoraban la carne, los huesos restantes, una vez que éstos habían sido blanqueados por el sol y el viento, lo que podía tardar incluso un año, se recogían y se depositaban en fosas de piedra con agujeros para permitir que la persona fallecida pudiera ver el sol. 

En realidad no existe un nombre estándar técnico para dicha construcción. El común dakhma o dokhma (del persa medio dakhmag) denotaba originalmente cualquier lugar de los muertos. Del mismo modo, en los textos medievales de la tradición zoroástrica, aparece el término astodan, aunque en la actualidad representa una fosa. En las provincias iraníes de Yazd y Kerman, el término técnico es deme o dema. En cuanto al término "Torre de Silencio" es un neologismo atribuido a Robert Murphy, quien, en 1832, era un traductor del gobierno colonial británico en la India, y no es el significado literal del término avéstico dakhma, puesto que su significado no está establecido de manera concluyente

Las torres, que son bastante uniformes en su construcción, tienen un techo casi plano. El techo está dividido en tres círculos concéntricos: Los cuerpos de los hombres se colocaban alrededor del anillo exterior, los de las mujeres en el segundo círculo, y los de los niños en el anillo que era más interior. La referencia histórica más temprana que menciona la exposición ritual proviene de Heródoto (I, 140), aunque las tumbas de los reyes Aqueménidas en Naqsh-i Rustam y Pasargadā no sugieren la exposición de los cadáveres de los monarcas de esta dinastía. Mientras que la exposición general de los muertos está atestiguada en el Avesta, la primera cita es de época Sasánida (siglos III-VII), por lo que su adscripción al periodo Aqueménida sigue siendo dudosa. De todas formas, sabemos que en la tradición zoroástrica iraní, las torres fueron construidas sobre colinas o pequeñas montañas en lugares distantes de los centros de población, que es lo se ha hallado en el Fārs. 







sábado, 3 de septiembre de 2011

Palacio Aqueménida encontrado en el sur de Irán

Los arqueólogos han desenterrado dieciocho columnas que pertenecen a un palacio de 2.500 años de antigüedad, y por ello se adscriben  al periodo Aqueménida, en el sur de Irán. El descubrimiento fue realizado en la antigua ciudad de Ram Hormuz, en la provincia de Khūzistān, según han informado arqueólogos iraníes pertenecientes al departamento de patrimonio cultural de Irán. Los arqueólogos han restaurado cinco de las dieciocho columnas, ya que las restantes fueron destruidas durante la construcción de una carretera en la región. Tal descubrimiento refuerza la teoría de que el emplazamiento se encontraba sobre uno de los caminos reales que conectaban Persépolis con Susa. Una vez que se descubrió la ciudad más rica bajo el sol, Persépolis, que fue la capital ceremonial del imperio de los Aqueménidas, fundada por Darío en el 515 a.C., Persépolis fue construida para ser la más hermosa de las cuatro capitales del Imperio, Susa, Ecbatana, Persépolis y Babilonia, establecidas éstas en lugares logísticos importantes para ayudar a los reyes Aqueménidas eficientemente en la administración de su vasto imperio.

Susa, que fue la capital de Elam y posteriormente de los Aqueménidas, es uno de los sitios más antiguos conocidos, ya que fue fundada posiblemente entorno al 4.200 a.C., aunque los primeros indicios de una ocupación habitada datan hacia el año 7.000 a.C. De acuerdo al sistema administrativo y económico establecido por Darío, las dos capitales del imperio, Susa y Persépolis, fueron unidas por caminos que recorrieron los 500 kilómetros (en línea recta) que separaban a ambas ciudades. Una serie de palacios y caravasares (estaciones), distantes, los unos de los otros, por un día de viaje aproximadamente, se construyeron a lo largo del camino para que los mensajeros, funcionarios, cortesanos o viajeros pudieran alimentarse, descansar y cambiar de montura para poder proseguir el trayecto sin problemas, siempre y cuando presentaran el documento oficial sellado que permitía el disfrute de tales ventajas. Sabemos que los monarcas Aqueménidas, en sus desplazamientos entre las distintas capitales del imperio, se alojaron en estas estaciones y esta es la función que debieron de tener los restos hallados en Ram Hormuz. Los restos de las columnas fueron transferidos a la Oficina de Patrimonio Cultural de Ram Hormoz.


 Posibles itinerarios seguidos por el camino real Aqueménida entre Susa y Persépolis

Reconstrucción del plano de una posible estación en Tang-i Bulaghi