miércoles, 15 de junio de 2011

Ingeniería Aqueménida I. Los caminos

Mirando las estadísticas del blog he visto que alguien entró en él buscando información respecto a este tema. Como no sé exactamente qué es lo que buscaba trataré varios temas relacionados con la arquitectura y la ingeniería desarrollada por los Aqueménidas. Empezaré primero con lo que me es más conocido, pues en mi tesis doctoral, El sistema de caminos reales en el Imperio Persa Aqueménida, trato en un punto sobre la construcción de estas vías de comunicación. Cómo eran estas vías es en realidad muy incierto y sería muy poco realista visualizar algo así como una moderna carretera asfaltada. Lo que es seguro es que eran lo suficientemente amplias y sólidas como para dar cabida y soporte al peso de los carros, como así lo atestigua el repetido uso por parte de las fuentes griegas del término odos amaxitos, “camino de carro”, del mismo modo, se puede afirmar, que esta red viaria supuso todo un logro de la ingeniería, puesto que durante su recorrido se atravesaron montañas, ríos, bosques y desiertos. A tenor de las evidencias que nos transmiten las fuentes antiguas podemos decir que la gran mayoría de estos caminos eran de tierra, aunque bien balizados y cuidados por los persas. Gracias a la información transmitida por el Archivo de la Fortificación de Persépolis sabemos que existía un cuerpo de especialistas encargados de mantener libre de obstáculos estos caminos, lo que apunta así a la existencia de una organización oficial destinada a ampliar, modificar, reparar y trazar esta compleja red de caminos.

Secciones de lo que se piensa que eran caminos del período Aqueménida se han encontrado en el Fārs, cerca de Kūh-i Qale y Kūh-i Shahrak, demostrando que algunos de ellos estaban pavimentados. Sin embargo, a nivel tecnológico, estos caminos no se parecen en nada a las sofisticadas calzadas romanas. Estas secciones con guijarros y grava de piedra pavimentada  medían entre unos 5 y 7 metros de anchura. Por ejemplo, en Kūh-i Shahrak, el camino descubierto alcanzaba los 5 metros de anchura y fue construido con una capa de grava de piedra cuyo grosor alcanza los 15 centímetros. Además, en el lado sur, el camino tiene un bordillo hecho de piedras adobadas (30 x 20 x 17 centímetros).

También en Gordion, en Anatolia, se ha hallado un tramo pavimentado de un camino que mide aproximadamente 6,25 metros de anchura, con una superficie dura de grava, bordeada por una serie de sillares o bordillos de piedra en el margen, con una espina o cresta en el centro que divide el camino en dos carriles; el piso estaba formado por un pavimento uniformemente empedrado, sobre un basamento de grandes piedras. A pesar de que la estratigrafía lo data a finales del siglo VI a.C. la mayoría de los especialistas afirman que es romano, existiendo por ello una gran controversia entre los que defienden su origen Aqueménida y aquellos que postulan su ascendencia romana. Del mismo modo lo que se ha hallado dentro de las ciudades (Babilonia por ejemplo), esto es, caminos pavimentados con ladrillos a los que se les aplicaba una capa de brea o betún, no se ha constatado fuera de éstas.

Igualmente sabemos que otros caminos fueron entrecortados en las laderas montañosas para permitir el paso y, probablemente nivelados, para que fueran útiles para el tráfico rodado. Un ejemplo evidente lo constituye la garganta de Tang-i Bulaghi, sobre el río Pulvār, en el Fars. En este punto, donde la inundación del río Pulvār puede eliminar por completo cualquier pista sobre el recorrido de una antigua vía, el camino antiguo ocupaba un audaz corte en la roca situado a unos 30 metros sobre el lecho del río, extendiéndose sobre una longitud de más de 350 metros. En algunos puntos del camino se trabajó a una altura de 10 metros, teniendo la vía una anchura de aproximadamente 1,70 metros, suficiente como para que un animal de carga pasase con seguridad por ella. La cara perpendicular de la roca, en el extremo meridional del camino, presenta una serie de perillas o de repisas que pudieron haber sido utilizadas para apoyar un andamio durante las etapas finales del trabajo. Además, otras perillas, de 10 centímetros de altura y de 19 centímetros de longitud, son también observadas en la cara interna del camino, a lo largo de la mayor parte de su longitud, en intervalos que van generalmente de 90 centímetros y a una altura de 1,20 metros sobre la superficie del camino. Se observa que la vía fue rastrillada con cinceles, pues aparecen las marcas de estos instrumentos a cada lado de la ruta, atestiguando la dureza de la oscura piedra caliza y dando una idea de la enorme labor que requirió su trabajo.

De significación incierta son tres depresiones poco profundas, cada una de 18 x 11 centímetros de tamaño, que yacen sobre un surco de 1,70 metros de largo, exactamente en el centro del camino, cerca de su extremo septentrional. Quizás, estas depresiones, pueden estar indicando la presencia de una puerta que controló la entrada y la salida en este punto de la vía. Es también perceptible que, en la parte baja, sobre el borde exterior del camino, fue cortado en la roca un parapeto, indudablemente para garantizar la seguridad de aquellos individuos que viajaban a lo largo de la vía cuando el río presentaba su caudal más elevado, aunque es posible también que este parapeto fuera utilizado a modo de canal para cuando fuera necesaria la irrigación de los pequeños valles situados río abajo. No hay evidencias que permitan una datación segura, pero presumiblemente, un esfuerzo de estas magnitudes, realizado en las proximidades de Pasargadā, sugiere que sea adscrito al periodo aqueménida. Además, existen en Irán otros ejemplos que permiten una comparación. La misma técnica se empleó en un pasaje hallado a unos 30 kilómetros al noroeste de Persépolis, donde la vía se dirigía a través de un paso de montaña, siendo éste esculpido en la roca, midiendo unos 5 metros de ancho sobre los bancos del río Kur. Lamentablemente , en lo que se refiere a los caminos, no se poseen más datos de los aquí expuestos, esperemos que futuras excavaciones  arqueológicas puedan dar más luz a este tema tan oscuro y controvertido.

Sección de lo que podría ser un camino real excavado en Gordion, Turquía


Camino procesional en el templo de Ishtar en Assur


Camino procesional "Arburshabu" en Babilonia


Tang-e Bulaghi. Detalle del corte en la roca


Tang-e Bulaghi. Detalle del corte en la roca.

Bibliografía específica:
ATAI, M. & BOUCHARLAT, R. 2009. “An Achaemenid pavilion and other remains in Tang-i Bulaghi”, ARTA 2009.005, pp. 1-33.
FAZELI NASHLI, H. 2009. “The Achaemenid/Post Achaemenid Remains in Tang-i Bulaghi near Pasargadae: A Report on the Salvage excavations conducted by five joint teams in 2004-2007”, ARTA 2009.001, pp. 1-6.
FRENCH, D. H. 1980. “The Roman Road system of Asia Minor”, en H. Temporini & W. Haase (eds.), Aufstig und Niedergang der römischen Welt, II/7.2, pp. 698-729.  
KLEISS, W. 1981. Ein Abschnitt der achaemenidischen Königsstraße von Pasargada und Persepolis nach Susa, bei Naqsh-i Rustam, AMI N.F. 14, pp. 45-54.
NICHOL, M. B. 1970. “Rescue excavations near Dorudzan”, EW 20, pp. 245-284.
STARR, S. F. 1963. “The Persian Royal road in Turkey”, Yearbook of the American Philosophical Society, pp. 629-632.
STRONACH, D. 1978. Pasargadae. A report on the excavations conducted by the British Institute of Persian Studies from 1961 to 1963, Oxford.
SUMNER, W. M. 1986. “Achaemenid settlement in the Persepolis Plain”, AJA 90, pp. 1-31.
WELLES, B. 1934. Royal Correspondence in the Hellenistic Period, New Haven (Cartas 18 y 20, tratan de la reutilización de antiguos caminos Aqueménidas en época helenística).
YOUNG, R. S. 1958. “The Gordion campaign of 1957”, AJA 62, pp. 139-140.
YOUNG, R. S. 1963. “Gordion on the Royal Road”, Proocedings of the American Philosophical Society 107 (August 1963), pp. 348-364.

3 comentarios:

  1. Hola compañero, muy interesante todo lo que nos cuentas. Estoy intentando realizar una trabajo sobre el Camino Real Persa y quería saber si tenías acceso a más información.

    Un saludo!

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  2. Joaquín Velázquez Muñoz14 de marzo de 2012, 13:01

    Por supuesto. Hice mi tesis doctoral sobre el camino real Aqueménida así que dispongo de mucha información sobre el tema, aunque es una pena que aún no me hayan publicado el libro que resume mi tesis, pues trato todos los temas relacionados con el camino real (itinerarios, estaciones, caminos, sistema de correos, vehículos, función estratégica, etc.)
    Te paso bibliografía para tu trabajo, aunque es bastante general. Si quieres más sobre un tema específico o una vía en particular indícamelo.
    BRIANT, P. 1996. Histoire de l´empire perse de Cyrus à Alexandre, Paris. (Existe también una edición en inglés del libro).
    GRAF, D. F. 1994. “The Persian Royal Road System”, Achaemenid History 8, pp. 167-189.
    KUHRT, A. 2007. The Persian Empire. A corpus of sources from the Achaemenid Period, Londres (Utiliza el volumen 2).
    SEIBERT, J. 1985. Die Eroberung des Perserreiches durch Alexander den Grossen auf Kartographischer Grundlage (TAVO 68) , Wiesbaden.
    SEIBERT, J. 2002. "Unterwegs auf den Straßen Persiens zur Zeit der Achämeniden",Iranistik 1, pp. 7-40.

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  3. Muchas gracias. Ya estoy con ello. Las cuatro revistas de arqueología que recomiendas es posible verlas a través de Internet? Y otra cosa más, no se como funcionan las tesis doctorales... es posible verlas o son totalmente privadas? Lo digo porque la tuya parece muy interesante!

    Un saludo y gracias por la información

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